Aloya, en su trayectoria desde el año 1967, ha tratado de trabajar con un modelo educativo renovador y abierto a todas las personas, sin discriminación de cultura, raza, lugar de procedencia, religión, etc. de modo que el enfoque de la tarea educativa sea el bien de las personas, la defensa de su acceso a la educación de un modo libre e igual para todos, así como la inserción laboral y la promoción de un futuro que abra posibilidades de mejora.
Principios y Valores que inspiran este Centro
Aloya apuesta prioritariamente por los valores relacionados con el compromiso para construir una sociedad mejor: más humana, más solidaria, más justa y más respetuosa con el medio ambiente.
La innovación, la capacidad de emprendimiento, el trabajo en equipo y la apuesta por una formación de máxima calidad, son el marco de nuestra tarea educativa.
Entre los valores que impulsan nuestra tarea se encuentran:
El desarrollo de una tarea profesional de máxima calidad que implica conocer las potencialidades de cada alumno, para acompañarle en el proceso de evolución hasta llegar al máximo de sus capacidades personales y profesionales y le prepara para participar activamente en la vida cultural, social y empresarial, siendo agentes activos de la transformación positiva del contexto en el que se encuentren.
El respeto
A las personas sin ningún tipo de discriminación, fomentando la inserción social y profesional, especialmente de los más desfavorecidos y valorando la diversidad como medio de crecimiento individual y colectivo.
A la naturaleza y a los medios que se utilicen para el desempeño de cualquier tarea, ayudando en la conservación y recuperación del medio ambiente y generando actitudes que promuevan las acciones necesarias que estén a su alcance tanto a nivel personal como empresarial.
La libertad y la responsabilidad
La convivencia se desarrolla en un ambiente de libertad que se fundamenta en la búsqueda del bien; por tanto, la responsabilidad personal se asume como tarea irrenunciable en el proceso formativo llevado a cabo por docentes, no docentes y alumnos.
Desde el ámbito de libertad que garantiza la Constitución Española, todas las actividades académicas y formativas se realizan conforme a los principios del Catolicismo.
Las actividades de formación religiosa y la atención espiritual tienen carácter voluntario y están encomendadas a la Prelatura del Opus Dei.


